Tocar, sentir, manipular, ver, saborear, escuchar en síntesis toda forma de percibir el entorno es una base para la reproducción artística para los niños.
La primera expresión ocurre muy temprano, que es la expresión vocal. El primer registro gráfico de los niños, toma forma de garabato y ocurre alrededor de los 18 meses de edad. Este primer trazo es un paso muy importante en su desarrollo, marca el comienzo de la expresión, el que progresivamente no solo lo llevará al dibujo y a la pintura, sino también a la palabra escrita.
Por medio de los dibujos el niño logra expresar su estado psicológico y bienestar emocional, es además un medio de socialización con los demás y sirve también por cuanto permite desarrollar la motricidad fina, es decir, aquella que se relaciona con el movimiento de los dedos, lo cual facilita los procesos posteriores de la escritura. A través del dibujo de los niños, los mismos pueden decir lo que sienten, ya que éste les permite hacer relación entre su mundo interno y su mundo exterior.
Generalmente los padres son los primeros personajes en ser plasmados y en dependencia en como ellos sientan su afecto, lo pueden pintar muy grande, o simplemente hacer una raya; un punto también puede representar un avión o cualquier otra cosa. Los padres deben respetar y mostrar interés por sus primeros dibujos, preguntarles qué es lo que hacen o pintan, así los niños se dan cuenta de que lo que pintan representa algo real.
Casi siempre los niños tienen la percepción de que han hecho algo importante y por eso obsequian sus garabatos con orgullo a quienes son parte de su corazón (padres, abuelos, hermanos, etc.). La forma en que esos primeros trazos sean recibidos influirá notablemente en el desarrollo posterior del niño.